La fotografía siempre se ha pensado como una herramienta para preservar la memoria. Con el avance de la teoría fotográfica, ahora se entiende que una foto que no está anclada a una narrativa pierde gran parte de su significado. Por ejemplo, las fotos de familia son significativas siempre y cuando se mantengan dentro del ámbito en el que fueron tomadas. Pero con el tiempo las personas mueren y las nuevas generaciones pierden la narrativa de quiénes fueron sus antepasados, no sólo se extravían los nombres de los individuos y su identidad, si no también por qué quisieron tomar la foto, qué sentían o pensaban en ese momento.
Las imágenes de por sí son silenciosas, pero el tiempo les quita mucha de su narrativa. El trazo del alfiler trata de hacer evidente ese silencio, las vemos, pero no sabemos qué nos quieren decir.
Foto